CARALLUMA ha descubierto recientemente una nueva población de más de una decena de ejemplares de una planta de nombre científico Antirrhinum subbaeticum, catalogada como peligro de extinción por el Libro Rojo de la Flora amenazada de la Región de Murcia. Se trata de una especie que crece entre las rocas de lugares húmedos y umbríos, como el fondo de algunos barrancos. El área de distribución es muy reducida y se cuenta en unos pocos centenares el número total de ejemplares de esta especie. Los únicos lugares en la región de Murcia donde se puede observar esta planta son el Barranco de Hondares y Benizar, en Moratalla.
La población de Antirrhinum subbaeticum ahora descubierta sobrevive en los márgenes inmediatos de la poza termal de Somogil, en el Barranco de Hondares, que desde hace unos años está siendo muy frecuentada por bañistas, miles a lo largo del año, dándose aglomeraciones considerables algunos días de verano. Esta circunstancia pone en evidente peligro la supervivencia de estos ejemplares.
CARALLUMA ha pedido a la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad que se adopten todas las medidas necesarias para la supervivencia de esta población, teniendo en cuenta lo indicado en el Libro Rojo de la Flora Amenazada de la Región de Murcia. En esta publicación oficial se destaca que una de las amenazas más importantes para la continuidad de la especie es literalmente: “El turismo de interior, ya que las subpoblaciones están asentadas en zonas de alto valor paisajístico y fácil acceso, y son visitadas en mayor o menor medida por turistas”. Por esta razón, consideramos imprescindible que se adopten medidas encaminadas a la reducción y control del número de turistas en la zona, teniendo en cuenta que esta planta no es el único valor natural extraordinario de Hondares. De hecho, este lugar ha sido reconocido por la administración como Lugar de Interés Comunitario, (LIC.), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y está pendiente de ser declarado Zona de Especial Conservación (ZEC).
La afluencia de visitantes al Barranco de Hondares ha sido constante desde hace años. Senderistas, montañeros, ciclistas y amantes de la naturaleza de toda la región de Murcia e incluso de fuera de ella han acudido a Hondares para disfrutar de su paisaje y su entorno, en general de forma respetuosa. Sin embargo, existe también una creciente afluencia de vehículos a motor, todoterrenos, quark, turismos y motos que están afectando de forma muy negativa al Barranco de Hondares. Provocan graves molestias a la fauna, daños a la vegetación y aumentan el riesgo de incendio forestal.
Ante la falta de respuesta por parte de la administración regional a anteriores peticiones de nuestra asociación, CARALLUMA solicita de nuevo a la administración regional que no se permita el acceso de vehículos a motor desde la entrada del Barranco, salvo los expresamente autorizados, de forma similar a como se hace en el Parque Regional de Calblanque o en otros muchos lugares de toda la región, de manera que se evite el problema de la masificación de vehículos y la dispersión excesiva de los visitantes. Para ello pedimos que se instale una cadena o dispositivo similar en la entrada del camino del Barranco de Hondares y se haga una mayor vigilancia por parte de los Agentes Medioambientales.
De la misma forma, CARALLUMA pide a las principales asociaciones deportivas de montaña y senderismo de la Comarca Noroeste y de la Región de Murcia que colaboren en la conservación del Barranco de Hondares no organizando actividades que supongan una excesiva aglomeración de personas y se respeten las zonas más sensibles y las épocas de nidificación de aves.
La población de Antirrhinum subbaeticum ahora descubierta sobrevive en los márgenes inmediatos de la poza termal de Somogil, en el Barranco de Hondares, que desde hace unos años está siendo muy frecuentada por bañistas, miles a lo largo del año, dándose aglomeraciones considerables algunos días de verano. Esta circunstancia pone en evidente peligro la supervivencia de estos ejemplares.
CARALLUMA ha pedido a la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad que se adopten todas las medidas necesarias para la supervivencia de esta población, teniendo en cuenta lo indicado en el Libro Rojo de la Flora Amenazada de la Región de Murcia. En esta publicación oficial se destaca que una de las amenazas más importantes para la continuidad de la especie es literalmente: “El turismo de interior, ya que las subpoblaciones están asentadas en zonas de alto valor paisajístico y fácil acceso, y son visitadas en mayor o menor medida por turistas”. Por esta razón, consideramos imprescindible que se adopten medidas encaminadas a la reducción y control del número de turistas en la zona, teniendo en cuenta que esta planta no es el único valor natural extraordinario de Hondares. De hecho, este lugar ha sido reconocido por la administración como Lugar de Interés Comunitario, (LIC.), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y está pendiente de ser declarado Zona de Especial Conservación (ZEC).
La afluencia de visitantes al Barranco de Hondares ha sido constante desde hace años. Senderistas, montañeros, ciclistas y amantes de la naturaleza de toda la región de Murcia e incluso de fuera de ella han acudido a Hondares para disfrutar de su paisaje y su entorno, en general de forma respetuosa. Sin embargo, existe también una creciente afluencia de vehículos a motor, todoterrenos, quark, turismos y motos que están afectando de forma muy negativa al Barranco de Hondares. Provocan graves molestias a la fauna, daños a la vegetación y aumentan el riesgo de incendio forestal.
Ante la falta de respuesta por parte de la administración regional a anteriores peticiones de nuestra asociación, CARALLUMA solicita de nuevo a la administración regional que no se permita el acceso de vehículos a motor desde la entrada del Barranco, salvo los expresamente autorizados, de forma similar a como se hace en el Parque Regional de Calblanque o en otros muchos lugares de toda la región, de manera que se evite el problema de la masificación de vehículos y la dispersión excesiva de los visitantes. Para ello pedimos que se instale una cadena o dispositivo similar en la entrada del camino del Barranco de Hondares y se haga una mayor vigilancia por parte de los Agentes Medioambientales.
De la misma forma, CARALLUMA pide a las principales asociaciones deportivas de montaña y senderismo de la Comarca Noroeste y de la Región de Murcia que colaboren en la conservación del Barranco de Hondares no organizando actividades que supongan una excesiva aglomeración de personas y se respeten las zonas más sensibles y las épocas de nidificación de aves.
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